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Detección temprana del TEA: claves para reconocer señales e intervenir oportunamente

La infancia es una etapa única en la que cada avance, cada mirada y cada gesto construyen los cimientos del desarrollo futuro. En este proceso, algunos signos pueden pasar desapercibidos si no sabemos qué observar, especialmente cuando se trata del Trastorno del Espectro Autista (TEA). La detección temprana no solo permite entender mejor a los niños y niñas que presentan señales de este espectro, sino que ofrece la posibilidad de intervenir con empatía, conocimiento y eficacia desde los primeros años. En esta guía, reunimos herramientas, señales clave y orientaciones prácticas que permiten a familias, educadores y cuidadores reconocer indicios del TEA para comprender sus implicaciones y tomar decisiones informadas para apoyar el crecimiento integral de los pequeños.

Nuestro enfoque de acompañamiento en la detección temprana del TEA

Cada niño se desarrolla a su propio ritmo, pero existen señales que pueden indicar la necesidad de una atención especial. La detección temprana del TEA representa una oportunidad invaluable para iniciar apoyos que marcarán una diferencia significativa en el desarrollo futuro. En este artículo, compartimos información especializada basada en las más recientes investigaciones y nuestra amplia experiencia acompañando a familias en este proceso. Entendemos las preocupaciones e inquietudes que pueden surgir, y estamos aquí para ofrecer orientación clara, respetuosa y personalizada en cada paso del camino.

Detección Temprana del TEA: Claves para reconocer señales e intervenir oportunamente

¿Qué es la detección temprana del TEA y por qué es crucial?

La detección temprana del TEA consiste en identificar, tan pronto como sea posible, las características asociadas al Trastorno del Espectro Autista. Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), el TEA se caracteriza por diferencias persistentes en la comunicación e interacción social, así como patrones repetitivos y restrictivos de comportamiento, intereses o actividades.

Mientras que el diagnóstico formal suele establecerse después de los 24 meses, la investigación actual muestra que es posible observar indicadores significativos desde el primer año de vida. Esta detección temprana resulta fundamental por múltiples razones:

Ventajas de la Identificación Temprana para el Desarrollo

  • Plasticidad cerebral: Durante los primeros años de vida, el cerebro presenta una extraordinaria capacidad de adaptación y respuesta a las intervenciones.

  • Prevención de desafíos secundarios: La intervención temprana puede reducir dificultades adicionales que podrían desarrollarse posteriormente.

  • Fortalecimiento de habilidades fundamentales: Permite trabajar en áreas clave del desarrollo como la comunicación, socialización y autorregulación desde sus etapas iniciales.

  • Apoyo oportuno a la familia: Facilita que padres y cuidadores accedan a información, estrategias y redes de apoyo cuando más lo necesitan.

  • Planificación educativa adecuada: Posibilita la implementación de ajustes y apoyos específicos desde el inicio de la escolarización.

Estudios recientes muestran que los niños que reciben intervenciones adecuadas antes de los 3 años presentan mejores resultados en comunicación, habilidades sociales y reducción de comportamientos que pueden interferir con el aprendizaje.

Indicadores observables para la detección temprana del TEA

Es importante recordar que la presencia aislada de alguno de estos indicadores no significa necesariamente que un niño tenga TEA. Sin embargo, la observación de varios de estos signos justifica una evaluación profesional.

Señales en el primer año de vida (0-12 meses)

Durante los primeros 12 meses, pueden observarse algunas diferencias sutiles que merecen atención:

  • Contacto visual: Reducida frecuencia o duración del contacto visual durante interacciones.

  • Respuesta al nombre: Limitada o inconsistente respuesta cuando se le llama por su nombre.

  • Expresiones faciales: Menor variedad de expresiones o sonrisas sociales.

  • Balbuceo: Ausencia o limitación del balbuceo hacia los 9-12 meses.

  • Atención compartida: Dificultad para compartir interés en objetos o eventos, como señalar o mostrar cosas.

  • Imitación social: Reducida imitación de gestos o expresiones.

Características observables entre 12 y 24 Meses

Entre el primer y segundo año, los siguientes indicadores pueden ser relevantes:

  • Desarrollo del lenguaje: Retraso o ausencia de primeras palabras hacia los 16 meses.

  • Gestos comunicativos: Uso limitado de gestos como señalar, saludar o negar con la cabeza.

  • Juego simbólico: Ausencia o limitación del juego de simulación (como dar de comer a una muñeca).

  • Intereses sensoriales: Fascinación inusual por aspectos sensoriales de los objetos (como girarlos, alinearlos o mirarlos fijamente).

  • Movimientos repetitivos: Presencia de movimientos repetitivos con las manos, cuerpo o al manipular objetos.

  • Interacción social: Preferencia constante por jugar solo o dificultad para participar en juegos interactivos simples.

Indicadores entre 2 y 3 Años

Entre los 24 y 36 meses, los siguientes aspectos pueden ser significativos:

  • Lenguaje: Ausencia de frases de dos palabras hacia los 24 meses o pérdida de habilidades lingüísticas previamente adquiridas.

  • Ecolalia: Repetición de palabras o frases escuchadas, en lugar de lenguaje espontáneo.

  • Flexibilidad: Dificultad marcada con cambios en rutinas o transiciones.

  • Intereses restringidos: Intereses muy intensos o inusuales en temas u objetos específicos.

  • Respuesta social: Dificultad para entender o responder a señales sociales básicas.

  • Juego cooperativo: Preferencia por jugar en paralelo en lugar de interactuar con otros niños.

El proceso de detección temprana del TEA: Pasos a seguir

La detección temprana involucra una serie de pasos que generalmente incluyen:

Herramientas de cribado y evaluación Inicial

  • Vigilancia del desarrollo: Los pediatras deberían realizar una vigilancia rutinaria del desarrollo en cada visita médica.

  • Cribados específicos: Instrumentos como el M-CHAT (Cuestionario Modificado de Detección del Autismo en Niños Pequeños) suelen aplicarse entre los 16-30 meses.

  • Evaluación del desarrollo comunicativo y social: Valoración de aspectos específicos del desarrollo social, comunicativo y del juego.

  • Observación estructurada: En entornos clínicos o educativos, utilizando pautas de observación estructuradas.

Cuándo y cómo consultar con especialistas

Es recomendable buscar una evaluación profesional si:

  • Se observan varios de los indicadores mencionados de forma persistente.

  • Existe preocupación por parte de cuidadores, educadores o pediatras.

  • Hay antecedentes familiares de TEA o condiciones del neurodesarrollo.

  • Se detecta una pérdida o regresión de habilidades previamente adquiridas.

Recomendaciones para las familias:

  • Mantener un registro de observaciones y preocupaciones específicas

  • Compartir inquietudes con profesionales, incluso si otros los desestiman

  • Confiar en su intuición y buscar segundas opiniones si es necesario

  • Informarse sobre el desarrollo infantil típico, sin caer en comparaciones constantes

Intervención tras la detección: próximos pasos para familias

Una vez que se han identificado indicadores que sugieren la posibilidad de TEA, es fundamental:

  1. Evaluación comprensiva: Buscar una evaluación multidisciplinaria que examine diferentes áreas del desarrollo.

  2. Intervención temprana: Iniciar programas de intervención centrados en comunicación, interacción social y regulación sensorial.

  3. Formación familiar y creación de redes: Participar en programas que brinden estrategias para potenciar el desarrollo en el entorno familiar, como por ejemplo ser parte de los grupos de Abrazando El Espectro nuestro espacio de especialistas y familias dentro del espectro, que comparten vivencias e información valiosa. Conectar con otras familias y grupos de apoyo que puedan brindar orientación y comprensión.

  4. Coordinación de servicios: Establecer comunicación entre los diferentes profesionales y servicios involucrados.

  5. Planificación educativa: Considerar los apoyos educativos que serán necesarios, incluso antes de iniciar la escolarización formal.

Es importante destacar que la intervención temprana busca potenciar su desarrollo y bienestar desde el respeto a su neurodiversidad.

Caso de éxito: Mateo llegó a nuestra institución con 20 meses, tras observar sus padres diferencias en su desarrollo comunicativo. Nuestro equipo realizó una evaluación comprensiva, identificando indicadores tempranos de TEA. Implementamos un programa de intervención centrado en comunicación social y regulación sensorial, con sesiones que incluían a su familia. A los 4 años, Mateo desarrolló un lenguaje funcional, participa activamente en juegos con pares y ha iniciado su educación preescolar con apoyos específicos pero mínimos. Sus padres destacan cómo la detección e intervención temprana transformaron su trayectoria de desarrollo.

¿Cómo influye la detección temprana del TEA en niños neurodivergentes?

  • ✅ Aprovecha la mayor plasticidad cerebral durante los primeros años de vida

  • ✅ Permite desarrollar estrategias de comunicación efectivas desde etapas iniciales

  • ✅ Reduce la aparición de comportamientos compensatorios que pueden limitar el aprendizaje

  • ✅ Facilita experiencias sociales positivas antes de que surjan diferencias significativas

  • ✅ Potencia el desarrollo de habilidades adaptativas fundamentales para la autonomía

Factores clave para su educación y desarrollo integral

  • ✅ Intervención basada en fortalezas e intereses, no solo en áreas de desafío

  • ✅ Entornos de aprendizaje estructurados y predecibles que generan seguridad

  • ✅ Estrategias visuales que complementan la comunicación verbal

  • ✅ Adaptaciones sensoriales personalizadas según el perfil único de cada niño

  • ✅ Inclusión de la familia como parte activa del proceso educativo

Descubra nuestra metodología de intervención temprana

Conozca cómo nuestro enfoque basado en evidencia potencia el desarrollo respetando la neurodiversidad.


La detección temprana del TEA representa una ventana de oportunidad invaluable para iniciar apoyos que potenciarán el desarrollo de su hijo o hija. En nuestra institución comprendemos que este camino puede despertar emociones diversas, y estamos aquí para acompañarles con profesionalismo, respeto y calidez en cada paso. Porque cada niño merece ser comprendido en su singularidad y recibir los apoyos necesarios para desarrollar plenamente su potencial único.